Diferencias entre viajero y turista

El ser humano, una especie esparcida por todos los rincones del planeta, posiblemente el único ser en haber conocido la mayor parte del planeta, cuya historia y datos registrados demuestran que nuestros antepasados evolucionaron para aprender explorando el entorno, el mundo, todo lo que nos rodea y mas allá, este afán por conocer y entender las cosas nos define como un ser que viaja, el camino nos enseña a ser nosotros, nos desarrolla una personalidad y nos provoca ansías a continuar, nuestra alma no se detiene, algo dentro de nosotros nos motiva a emprender un viaje.

Pero en nuestra época moderna, llena de distracciones diseñadas para alejarnos de toda escencia de las cosas y experiencias (el comercio, publicidad, internet, etc) que nos llevan por un camino que rodea la verdadera experiencia de un lugar pero nunca se acerca si acaso a lo que de verdad nos mostraría la verdadera cara, sensación, gusto y visión que tienen del mundo la cultura de ese lugar, esa región que está ahí para conocerla. Aquí es donde les voy a hablar sobre lo que realmente significa ser un viajero, por que lo anterior es realmente una distracción del turismo que busca, de una manera usurera, capitalizar los viajes para lucrar.

Es esto lo que diferencia a un viajero de un turista, un viajero siempre busca descubrir algo nuevo, nunca antes visto, busca darlo a conocer, un turista siempre sigue los pasos de los demás turistas, si bien hay lugares increíblemente bellos y son altamente turísticos y saturados de personas, vale la pena visitarlos, obviamente, pero el turista se detiene ahí, no conoce otros lugares por que no busca ni explora, tomemos como ejemplo Corea del Norte, no es un lugar turisticamente atractivo a pesar de tener locaciones y una cultura increíble, o Turkmenistán, un país tambíen cerrado y poco visitado, nunca vemos fotos en las redes sociales de personas visitando Samarkand en Uzbekistan o Derbent en Rusia, que tal Uplistsikhe en Georgia? Veamos de lo que estamos hablando:
Samarkand, Uzbekistan

Samarkand, Uzbekistan
Uplistsikhe, Georgia

Derbent, Rusia

Ashgabat, Turkmenistán
Ashgabat, Turkmenistán

Pyongyang, Corea del Norte
Estamos tan cesgados por la propaganda y lo que hacen los demás que nos hemos convertido en turistas y únicamente vamos a donde nos dicen que debemos ir, pero la decisión de explorar ciertos lugares en la mayoría de los casos no los lo dice nuestra conciencia, sino los mensajes subliminales que están dispersos en nuestro entorno, desviandonos de lo realmente autentico y único, en lugar de vivir experiencias únicas y diferentes, nos venden lugares sobre valorados.

No estoy diciendo que una torre de metal o una ciudad como San Petersburgo no son dignos de visitar, por supuesto que si, las bellezas que se aprecian en esos lugares nos dan una experiencia única e inolvidable, a lo que me refiero es que muchos se detienen ahí, a lo que ofrece occidente sin nunca tan solo imaginarse lo que puede ofrecer lo que nos tapan o nos introducen bajo una cortina de hierro y sólo vemos la forma demónica como los medios lo pintan y una vez más, debido a eso nos convertimos en turistas, yendo sólo a donde el tío Sam y sus secuaces nos indican que debemos ir.

Las comidas, es otro tema que vale la pena recalcar en esta columna virtual, es otra de las cosas que nos separan de ser turistas y viajeros.

Grillos, Cholula
Este es otro gran muro que detiene a muchas personas, es el freno del vehículo que nos interpone ante una barrera de la cual la mayoría de personas, debido a prejuicios o miedos absurdos no logran establecer la conexión con el lugar que visitan, y es el punto que cabe destacar más importante en establecer una relación con una cultura.

Cui, Aguas Calientes
La persona que no prueba platillos locales en un lugar, nunca será un viajero, ya que sus principios y creencias inculcados en otro lugar que lo sesgan a explorar, experimentar no logran que la persona salga de sus fronteras y penetre otra región, esta persona continua en su lugar de nacimiento o lugar de residencia aunque esté a miles de kilómetros de distancia, no es más que un turista pagando por nada mas estar en un lugar pero no experimentándolo.

Viajar es más que tomar un avión y trasladarse a otro lugar, es relacionarse con el lugar y participar en lo que hace este lugar algo diferente a lo que conocemos y ya hemos experimentado, un baile coreográfico de entretenimiento en un crucero u hotel, jamás se comparará al baile coreográfico de las personas en algún parque o lugar local de la comunidad que se visita.

Cuzco, Perú
Involucrarse con las personas, con los callejones de el lugar que se visita, ir donde los lugareños van, comer lo que los lugareños comen, salirse del sendero turístico es lo que realmente hace que el viajero descubra la esencia del lugar, no criticar las practicas o forma de ser de las personas que se ve, aceptarlas como propias e incluso participar en ellas, romper esos límites imaginarios y salirse de lo aprendido para probar algo nuevo es parte no solo de un viaje de vacaciones, sino es hacer algo de lo que probablemente cada uno de nosotros pueda arrepentirse en su lecho de muerte, por que la vida es corta, y el mundo es basto, por lo tanto un verdadero viajero tiene que ir a donde le indique el corazón y no sólo a los lugares que pagan enormes sumas de dinero para hacerse notar y destacar, el viajero va y explora esos lugares que están escondidos para mostrarle a los demás que hay detrás de la cortina de dinero que los cubre y esconde de los demás.

Catarata de Kinzelyuski, Rusia

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