San Ramon, Alajuela - Lugares en las alturas

Mi esposa, una mujer emprendedora

Este espacio se lo quiero dedicar a una persona muy importante para mi, que además de ser una gran persona, es una gran mujer, la amo y la apoyo. Ella es una mujer luchadora, cuando la conocí jamás me imaginé que me iría a casar con una mujer que no se detiene ante nada, a pesar de los obstáculos y las caídas siempre se levanta más fuertemente que nunca, es mi compañera viajera y con quien he tenido las más increíbles aventuras, en realidad es la persona que encendió mi chispa viajera, algo que tenia apagado desde hace mucho tiempo.

Hace unos meses, después de varios años de trabajar en una empresa que le pagaba bien, pero le robaba energía, la estresaba y tenia que trabajar en horario nocturno, el estrés que le generaba comenzó a afectarle la salud, fue entonces que decidió renunciar. Para ser una estudiante universitaria a punto de graduarse, realmente admiro el esfuerzo que realizaba para no dormir de día para asistir a clases, hacer sus tareas y trabajar por la noche hasta el día siguiente, ella no se detenía ante nada. Pero ya el peso estaba acabándola entonces tomó la dura decisión de renunciar.

Vivimos en un país donde es muy difícil conseguir un trabajo y después de intentarlo e intentarlo lamentablemente no logró conseguir nada. Pero mi esposa es una mujer que no se rinde ante nada y estaba cargando con una gran idea, la cual fue el inicio de un emprendimiento, ella quería algo que fuera perfecto y reflejara sus emociones y dejara en cada persona la satisfacción de probar un producto de calidad.

Ella comenzó a hacer paletas heladas artesanales, al principio con unos rudimentarios moldes plásticos de 6 piezas, probando diferentes tipos de combinaciones, con lo que comenzó vendiendo en mi trabajo y a amigos. A pesar de los varios obstáculos y fracasos ella nunca se dió por vencida, su producto era realmente bueno, sano, elaborado con frutas compradas en los mercados locales, creó lo que hoy en día es un exitoso negocio localizado en Alajuela, Costa Rica.

Yo como su esposo siempre creí en ella, la apoyé hasta el final, ella pensó en cada detalle, todo lo que tenia en su mente fue hecho realidad. Para vivir en una sociedad machista, ella es el ejemplo de una mujer que tiene una visión y va a cumplir sus metas y ahora se ha convertido en una entre pocas mujeres pequeñas empresarias en este pequeño país.

Me siento muy orgulloso de ver como la mujer con la que escogí compartir esta vida ha crecido y me ha llenado de tanta felicidad con sus logros y quiero compartir su historia de valentía, coraje y perseverancia, espero que quienes prueben las Paletas Heladas que vende sientan en su sabor la pasión y el amor con las que las hace!

En la búsqueda para darle nombre a estas ricas paletas buscamos algo que fuera propio de Costa Rica y recurrimos a un diccionario de la población indígena Bri Bri y así nació Kàlula, un concepto único en paletas artesanales de combinaciones infinitas.

Espero que mi esposa sea inspiración para Muchas otras mujeres, que luchan por sus sueños y salir adelante, que nunca abandonen sus estudios y rompan esos estereotipos como lo ha hecho ella!