Viajar para explorar, viajar para meditar, viajar para sanar
Los escapes de la rutina son necesarios, por más pequeños que
sean.
A veces el trabajo se vuelve
abrumador, la sociedad y la ciudad producen una sensación de aprisionamiento
que nos ata a cumplir deberes que tenemos con otras personas, por ejemplo el
trabajo, luego la familia y las amistades, de ahí salen los miedos y las inquietudes.
Estar atado es una sensación
que produce estrés, y se los digo porque soy estudiante de psicología y he leído
al respecto, viajar y explorar puede producir esa sensación de liberación al
menos durante el tiempo que dure el viaje, pero tiene peso, ayuda a liberar
muchas emociones y sentimientos, para muchos es una gran herramienta para
resolver, desatar nudos de la mente, y para otros es una oportunidad de crecer
o buscar paz, pero sea la razón cual sea siempre hay un aprendizaje.
Después de tanto tiempo de no
poder viajar debido a grandes responsabilidades, y no haber vuelto a publicar
nada en este Blog, nos dispusimos a tomar el auto y recorrer aún más, nuestros
ahorros están siendo destinados a un gran viaje el cual revelaremos pronto, una
larga y diferente ruta a la que todos están acostumbrados pero que aun así no
dejara de sorprender y espero que mediante nuestro trabajo podamos inspirar lo
mismo y despertar ese deseo de conocer y dejar conocerse.
En nuestro viaje de este fin de
semana descubrimos un lugar hecho por alguien para que la gente pueda llegar y
disfrutar de tiempo de calidad desde las alturas, donde se puede admirar el
paisaje de una forma sin igual.
Alguien se tomó la molestia de
crear un espacio en un país donde se acostumbra cobrar por todo, un país donde
se acostumbra cercar todo lo mejor que este tiene que ofrecer ya que el dinero
y las ganas de almacenar capital son superiores a las de crear un entorno más
agradable y comunal, sin limitaciones y grandes libertades.
En el tour del fin de semana
nos encontramos con este lugar lleno de esculturas, bancas y amplias áreas para
caminar y un restaurante para comer localizado en Ciudad Colon y llamado el
Anfiteatro Villa.
Esos paseos de un día para
despejar la mente, comer bien y deleitarse con una magnifica vista para
orientar la mente hacia el positivo verde que pinta el paisaje y obtener esa sensación
de que se pertenece a la inmensidad del mundo y somos dueños de mucho más de lo
que creíamos, somos dueños de lo que sentimos y como lo sentimos, solo nosotros
podemos tomar las riendas y conducir nuestras vidas por un largo y hermoso
viaje que nos llena de lindos recuerdos y experiencias, porque amigos y amigas,
emprender un viaje y conocer, es el inicio de la sabiduría.
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